- Nueva derrota en el último minuto del partido lejos de Butarque
- Jugando sin delantero centro el Leganés fue un equipo más peligroso
Otra vez el Leganés ha perdido un punto en el último minuto de partido. En el 89′. Como ante el Mirandés, el Girona y el Sporting. Pero no tengo nada que echarle en cara ni a los jugadores ni al entrenador. Todo lo contrario. Hoy funcionó el planteamiento que Garitano ha intentado fallida y repetidamente lejos de Butarque. Con media hora por delante quitó a Borja Lázaro. Algunos se echaron las manos a la cabeza. Otros se acordaron de la madre de Asier. Y yo admiro su valor. Porque sin 9, con Álvaro por delante de Prendes y Aguirre volcado en la izquierda y luego con Fran Moreno, el Lega llegó más y mejor y asustó al mejor equipo de la Liga en un estadio donde no ha ganado nadie todavía.
Tanto y tan bien estaba llegando el Leganés que ni en el último minuto se ha conformado con el empate y ha buscado la victoria. Y la gloria se ha convertido en su tumba. El error ha venido en una contra llevada por Álvaro, no se ha atrevido a buscar el disparo y ha pasado al centro sin encontrar a nadie. Y entonces el contraataque mortal ha sido el de los canarios. La defensa pepinera le ha cerrado la puerta a Asdrubal que ha tenido que volver sobre sus pasos para buscar un hueco. Con la mala suerte que lo ha encontrado.
El planteamiento ha sido similar al de El Molinón, con el equipo replegado atrás, bien protegido, intentando la salida rápida y buscando la espalda del rival. El resultado ha sido igual de negativo. Si no llega ser por algunas precipitaciones y otras imprecisiones se habría llegado con más peligro todavía. La intensidad defensiva ha sido heroica. El Lega ya sabe fajarse en la categoría ante cualquiera. Se llame cómo se llame.
Tanto se ha peleado que Carlos Delgado se ha marchado sangrando y con una brecha tras chocar su cabeza contra la de Nauzet. El Club ha comunicado que está bien y que ha dormido en el Hotel con sus compañeros. Encomiable el marcaje de Mantovani a Araujo, secándole sin ver la quinta amarilla. Y la velocidad de Aguirre, el mejor revulsivo.
Contra el Racing empatamos en el descuento, contra el Betis ganamos en el 89 y una vez más, ese puto último minuto de los partidos fuera de casa se ha vuelto a cebar con un equipo que en el campo más difícil de Segunda ha merecido un puntazo.
Periodista de Leganés 