Es tal la rabia y la impotencia que solo te dan ganas de romper algo para desahogarte, pero creo que ni aún así conseguirías el sosiego ni la calma que deja el desahogo.
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Despedidos de Telemadrid marchan al Supremo (26/03/2014) |
Ayer, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia del 9 de abril de 2013 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en el que declaraban improcedente el ERE de Telemadrid. Una vez más es una victoria parcial para los 861 despedidos, pues aunque demuestra que el ERE no se podía hacer y aunque se consigue una indemnización mayor (45 días por año trabajado en vez de los 20 iniciales), es una derrota en parte porque los ex trabajadores luchaban por la nulidad y por ser readmitidos en sus puestos de trabajo.
Para los que es una derrota total es para el Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidida por Ignacio González, porque la Justicia les deja claro que su ERE es IMPROCEDENTE (no lo han hecho como se debía) y encima tienen que pagar indemnizaciones mayores a las previstas. Ese es el resultado de su limpieza ideológica en la televisión, pues solo dejaron tras el ERE a los que eligieron ser mascotas atadas a las cadenas de sus amos.
Pero a ellos les da igual, porque no es su dinero, es el nuestro, es el dinero de los ciudadanos de Madrid. Somos nosotros los que vamos a pagar su ineptitud y sus despropósitos. Y lo único que ganamos es una Televisión Autonómica parcial, que ofrece información sesgada, manipulada y controlada por el Partido Popular de Madrid, que se ha creído que la Televisión es suya, sin darse cuenta que la tele es de, por y para los madrileños, que para eso la financiamos con nuestros impuestos y nuestro dinero público.
Ha sido más de un año de lucha que te deja la sensación de que no ha servido para nada, visto el resultado. Ha servido para que los luchadores se sientan bien consigo mismos y sepan que lo han dado todo, hasta el último aliento y esfuerzo, en una batalla que desde el principio tenían perdida.
¿Por qué la batalla estaba perdida?
Porque cuando la democracia está gobernada por un Partido con Mayoría Absoluta se convierte en tiranía. La tiranía es el abuso de poder, de un Gobierno que ejerce su autoridad de acuerdo a su voluntad y sin justicia. Y en eso se ha convertido el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Y si no, que se lo pregunten también a la Sanidad o la Educación, entre otros.
Desde la Presidencia de la CAM el mensaje desde hace un año ha sido que si la Justicia declaraba NULO el ERE de Telemadrid se verían obligados a cerrar la Televisión. Ese ha sido su discurso para presionar a los Jueces y obligar a que no anularan su ERE, injusto, ilegal y desproporcionado.
Y yo me pregunto, ¿de verdad Ignacio González habría cerrado Telemadrid? Porque no nos engañemos, González es un desconocido políticamente, un Don nadie en las calles de Madrid. Porque no es Esperanza Aguirre, aunque haya recogido su legado, y aunque se muestre más vil y cruel que ella.
Por eso, ¿de verdad que un desconocido políticamente en las calles de Madrid habría cerrado Telemadrid a un año de las Elecciones Autonómicas? ¿Habría cerrado su único escaparate propagandístico para enviar el mensaje de su régimen y poder ser elegido Presidente por primera vez y no de rebote? Yo no lo tengo tan claro, no me lo creo. La verdad es que nunca le he creído, Señor González.
Su premisa es que se vería obligado a cerrar la tele porque la ley no permite mantener una Medio de Comunicación Autonómico deficitario. Pero, …
¿Por qué Telemadrid es deficitaria?
Telemadrid tiene una deuda de unos 300 millones de euros. Curiosamente una cifra muy similar a la que pagó Telemadrid al Atlético de Madrid y Getafe por los derechos europeos en el año 2007, suma que asciende a 270 millones de euros. Una operación que antes de firmarla se sabía que iba a ser ruinosa pero que se llevó a cabo de todas maneras.
¿Por qué? Porque Ignacio González ayudó económicamente a su amigo Enrique Cerezo (Presidente del Atlético de Madrid) y a cambio, «presuntamente», González recibió un Ático regalado en Marbella. O lo que es lo mismo, González ha despedido a 861 trabajadores de Telemadrid para conseguir un pisito en Marbella. Espero que al menos allí de cobijo a los despedidos que en unos meses no puedan pagar sus hipotecas y sus facturas por su nefasta gestión de la Televisión Autonómica de Madrid. Porque si la tele es deficitaria es porque él la endeudó ayudando a sus amistades, en éste y otros negocios.
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Enrique Cerezo y su amigo Ignacio González |
¿Que nos queda a los madrileños?
Nada. Con la llegada del Partido Popular al gobierno madrileño hemos pasado de una televisión que hace 15 años era líder de audiencia en Madrid. Que fue pionera en muchos formatos que luego copió la televisión nacional (Tómbola, Madrid Directo, Mamma Mía, Mi cámara y yo, Sucedió en Madrid, …). Y que tenía una deuda mínima y controlada, …..
A un medio sin casi telespectadores, solo los afines al régimen, porque es una televisión politizada, sesgada, parcial y manipulada en sus informativos. Que además ha renunciado a la producción propia de aquellos programas que le llevaron a la cima para pasar a una producción ajena, más cara y de peor calidad pero hecha por los amigos de la derecha madrileña. Y encima es un medio endeudado y deficitario, descontrolado económicamente, donde los que están ganando cada vez más dinero, a pesar de ser responsables de las perdidas, son sus Directivos, colocados a dedo y dirigidos al dictado por la Comunidad Regional.
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Tras la última noche en la tele, salida de los despedidos (12/01/2013) |
Los responsables del hundimiento de Telemadrid nunca serán despedidos, ni irán al paro, porque para el Partido Popular abandonar tu actual puesto público de trabajo, por ser un inepto y un incompetente, te abre las puertas de la empresa privada, siempre que hayas sido dócil y obediente al Partido.
Y mientras, a los despedidos que llevaron a Telemadrid a lo más alto, ahora los han descendido a lo más bajo. Ahora les queda un largo camino para recuperarse. Recuperarse de la rabia y de la impotencia, del saber que nunca pudieron hacer nada para evitarlo a pesar de que lo intentaron hasta el último minuto.
Lo peor ya no es el daño económico que han hecho a 861 familias, sino el daño psicológico, la herida y la cicatriz que nunca se va a poder cerrar del todo, porque los recuerdos dolorosos son imborrables.
Algún día podrán seguir hacia adelante, pero no creo que puedan nunca olvidar ni perdonar al que les hizo tanto daño a cambio de un Ático en Marbella.