Si tras ocho partidos sin ganar el Alcorcón está en crisis se dice y no pasa nada. No hay que tener miedo de llamar a las cosas por su nombre, al contrario, a veces hay que tener valentía para reconocer los problemas y buscar soluciones. Antes del empate ante el Mirandés si me hubierais preguntado ¿quién tiene la culpa de la mala racha? Habría contestado que Bordalás, sin dudarlo. Pero tras el partido no lo tengo tan claro. Pero que conste que sobre lo que viene a continuación no tengo pruebas, ni nadie lo va a reconocer en público.
En los campos de la arcilla,
trilla el viento un campeón,
un gigante de Castilla,
que se llama Agrupación.
CULPABLE BORDALÁS. Porque desde que se quiso marchar a Osasuna en verano da la impresión de que hace tiempo que se ha ido. Culpable por empeñarse en alineaciones de jugadores de corte defensivo. Culpable de su carácter, que provoca enfrentamientos con sus jugadores. Culpable por abroncarles, gritarles y criticarles tras perder algún partido. Culpable de apartar del equipo a jugadores con los que ha chocado. Culpable de exigir tanto a su plantilla que han llevado la intensidad al limite de la violencia. Culpable por obcecarse en puntuar y olvidarse del fútbol.
La tierra de los pucheros,
hoy es tierra de senderos,
deportivos de ilusión,
y sus viejos alfareros,
son modernos mosqueteros artesanos del balón.
CULPABLES LOS JUGADORES. Porque han demostrado que cuando quieren pueden. La pregunta es ¿Por qué no quieren? Culpables porque da la impresión que se han cansado del entrenador y alguno les culpa ya de estar haciéndole la cama a Bordalás, como hicieron la temporada pasada con Miguel Álvarez. Culpables porque llevan dos meses sin reaccionar, permitiendo que el Alcorcón no tenga argumentos ni juego, como les acusa Bordalás. No son la peor plantilla de Segunda, todo lo contrario. Pero les falta motivación y parece que ganas. Por eso llama la atención como perdiendo 0-2, Óscar Plano se echa el equipo a la espalda y ayudado por Pastrana (un soplo de aire fresco que lleva el desborde en las venas) son capaces de conseguir un punto cuando el partido parecía perdido y Bordalás estaba en la calle.
Agrupación, Agrupación, fue la primera,
Agrupación, Agrupación, Agrupación, tu eres mi bandera,
Agrupación, Agrupación, tu eres el canto, deportivo de Alcorcón.
CULPABLE LA DIRECTIVA. Por permitir todo lo que está ocurriendo entre plantilla y entrenador sin poner remedio. Culpables por no poner orden. Culpables por no reunir a las partes y llegar a una entente cordial. Culpables desde el verano porque tras la marcha de Nico Rodríguez a Las Palmas les costó reaccionar y eso influyó en la confección de la actual plantilla, dejando a escapar a jugadores muy válidos que amaban el Alcorcón, estaban comprometidos y querían seguir un año mas. Culpables por no tomar decisiones a tiempo que luego pueden lamentar cuando sea demasiado tarde.
Viajeros de mil caminos,
y arcilleros de Alcorcón,
han unido sus destinos,
rodeando su blasón.
CULPABLE LA AFICIÓN. Que se dedica a criticar en las redes sociales y foros y se olvida del apoyo en directo. Culpables por rajar de entrenador y directiva y olvidarse luego de animar al equipo. Culpables de preferir el calor del hogar a acudir en masa a Santo Domingo, a luchar contra el frío y el rival, para que se les escuche y la plantilla sienta su aliento desde la grada (ante el Mirandés se oía más al centenar que vino de Burgos que a los 1.200 aficionados de Alcorcón).
Ha crecido muy deprisa,
y le rompe la camisa,
su valiente corazón,
y en los terrenos que pisa,
nunca pierda la sonrisa,
porque tiene a su afición.
CULPABLE LA LIGA. Por poner casi todos los partidos de casa a las 21:00. Culpables de que veamos las gradas de Santo Domingo vacías desde que comenzó el invierno. Algo a lo que el Alcorcón quiere poner remedio desde hoy mismo.
Agrupación, Agrupación, fue la primera,
Agrupación, Agrupación, Agrupación, tu eres mi bandera,
Agrupación, Agrupación, tu eres el canto, deportivo de Alcorcón.
Y CULPABLE LA PRENSA. Probablemente también tengamos nuestra parte de culpa. Culpables porque el cariño, el amor y la simpatía hacia el Alcorcón a veces nos hace callar y silenciar lo que sabemos y pensamos. Culpables por desestabilizar cuando vienen mal dadas. Culpables porque durante mucho tiempo nos hemos olvidado de informar sobre un Club que semana a semana pasea con honor el nombre de la ciudad por toda la liga española.
Ahora mismo alguno me odiará por escribir todo esto. Probablemente a estas horas tenga ya enemigos que no conocía, pero soy culpable de provocar una acción buscando una reacción por parte de todos. Asumamos cada uno nuestra parte de culpa. No dejemos que el Alcorcón se muera y entre todos lo matemos. Lo que te hace grande no es caer, sino como te levantas, una y otra vez. Sin rendirse. Sin excusas. Porque …
En los campos de la arcilla,
trilla el viento un campeón,
un gigante de Castilla,
que se llama Agrupación.