El Alcorcón jugó el viernes un partidillo de entrenamiento ante el Getafe B. Ganó 0-4. En principio, iba a ser un partido amistoso oficial en Santo Domingo, como el año pasado y al final se quedó en un entreno.
¿Por qué? Porque para poder jugar el amistoso oficial con árbitro y linieres la Federación cobraba 4.500 euros, obligatorios si era calificado como oficial. Una cantidad que el Alcorcón creyó exagerada y excesiva para un simple ensayo. Los dos clubes hablaron y decidieron hacer el partidillo como si fuera un entrenamiento en la Ciudad Deportiva del Getafe, con equipaciones no oficiales (de entrenamiento) y sin representación oficial de los dos equipos en la grada. ¿El árbitro? Digamos que fue el amigo de un amigo que cobró 10 veces menos que los colegiados de la Federación.
Lo importante es que Muñiz pudo probar y sacar conclusiones jugando ante un rival y no entre ellos y de esta forma se cumplió el objetivo deseado sin enriquecer las arcas de la Federación y sin gastar un dinero innecesario.
Periodista de Leganés 